Es una obra maestra de la ingeniería que conecta el océano Atlántico con el Pacífico a través del istmo de Panamá. Inaugurado en 1914, este canal de 77 km de longitud utiliza un sistema de esclusas para elevar y bajar los barcos, permitiendo un tránsito eficiente y rápido entre ambos océanos. Su construcción, liderada por Estados Unidos tras un fallido intento francés, fue un desafío monumental que implicó resolver problemas de ingeniería, saneamiento y organización. El canal ha sido crucial para el comercio mundial, reduciendo significativamente el tiempo de navegación y facilitando el intercambio global. En 1999, la administración del canal fue transferida a Panamá, marcando un hito en la soberanía del país.